2008 - 2010 VISLUMBRES
Toda búsqueda se dirige hacia adentro y Teresa Rubio lo sabe.
Su pintura y sus días hablan de la necesidad humana de la unidad, de la identificación del individuo con el resto, con lo que nos envuelve en el espacio así como en lo temporal. La infinitud o, al menos, la enormidad del tiempo y del espacio que percibimos hace que esta identificación no esté a nuestro alcance.
Aún así, hay una gran dignidad en el intento. El arte, la ciencia, la filosofía y la teología son los medios que tenemos para obtener conocimiento, para buscar la unidad. Parecen inherentes al hacer humano, quizás lo definen, sin duda lo ponen en movimiento.
La pintura de Teresa Rubio, no sólo su acuarela, es un proceso constructivo sin un fin determinado de antemano. Por ello, y a diversos niveles, constituye una suma de reflexiones, improvisaciones, decisiones razonadas, impulsos. Es un ir y venir en equilibrio entre instinto y análisis. La comprensión de la obra cambia conforme la obra se va transformando: la autora se reconstruye a la par de sus expresiones.
El resultado final, las pinturas terminadas, no dan sabiduría a quien las crea: quizás contribuyen al gran cuerpo de conocimientos de la humanidad. Es el acto de crear el que contiene (emana, produce, abre, atrae) conocimiento, sinónimo de verdad y libertad.
Las obras de que consta esta muestra, son evidencia de los honestos caminos que recorre Teresa.
Jorge Salort
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