ESCRITOS

LELIA DRIBEN. PRECEPCIONES. JULIO 2011.

Espacio Transparente – Espacio Imantado

Teresa Rubio no elabora formas; se detiene en el estado previo, preformal de la mancha y las grandes áreas de color. A partir de ese estadio previo, anterior, explora toda la riqueza del color y la atmósfera. Sí, la suya es una pintura de atmósferas, determinadas por las grandes áreas, es una pintura de campos, como algunas obras de Robert Motherwell.

Tengo ante mí un cuadro del artista estadounidense. Se titula Dos figuras y, sin embargo, allí no se ve figura alguna, sólo dos enormes manchas negras que reemplazan a las figuras; ocupan su lugar y adoptan la categoría de figuras y su status en la estructura global. Teresa procede de modo análogo: opera por sustitución. Ante la ausencia de configuraciones, propone la presencia de los campos tonales y del grafo, el trazo, el arabesco como otro resorte de la carencia formal.

No en vano citamos aquí a Motherwell: el expresionismo abstracto norteamericano, como movimiento estético que pertenece a la modernidad y por lo tanto a las vanguardias del siglo XX, actúa en la conciencia visual de Teresa Rubio. Así trabaja ella, a partir de una reserva cultural que emerge a la hora de concebir sus imágenes, como una aurora boreal que rescata toda la bitácora sensitiva celosamente guardada entre las páginas del arte moderno. A partir de esa historia y de una introspección constante, sin pausa y sin tregua pero con la serenidad de la contemplación, afloran sus obras.

Y no se trata, insisto, de sistemas iconográficos; la iconografía se ausenta para ceder espacio a la evanescencia que es suave, etérea esencia imantada. Y allí habita un espacio colmado de transparencias que enaltecen el espacio del cuadro, dotándolo de vibraciones, de marcas evanescentes, titilaciones, silencio, oquedades y luz, un espacio que emerge con toda su incandescencia como protagonista exclusivo de la obra, como el punto de reunión, evocación y sustitución de otros protagonismos. Dentro de este sintetizado eje de coordenadas, todo consiste en espacio y color, en la forma de una inapresable coreografía de luz y color, en medio de una materia intangible.

Teresa Rubio dice que ella no pinta paisajes, aunque la naturaleza, vuelve a decir, esta presente en su trabajo. Y sí, a través del color y de una escasa insinuación formal, la naturaleza aflora como una evocación constante en esta obra colmada de sensaciones cósmicas.


Lelia Driben, Julio 2011

Percepciones