PROYECTO ESPECIAL
"TOPOGRAFÍAS"
DIÁLOGO ENTRE POESÍA Y PINTURA



POEMAS QUE INSPIRARON LAS PINTURAS

OSTIA

El mar se hizo para tormentas y naufragios,
para gritos inútiles.
Pero me acuerdo de la arena:
tenía granos azules, negros y amarillos,
arena oscura.
Quedaba en la mano al sacudirla.
Me acuerdo de la calma en el paisaje:
intensa lentitud de la marea,
sombría, apasionada.
El mar me duele por motivos que no importan.
Arena pegajosa,
mala arena para hacer un reloj,
para indicar el paso de mareas y de lunas.
Arena fiel y torpe, deteniendo una tarde.

Del libro La dama de la torre (1972)

VIA APPIA ANTICA

Bellos los cipreses todavía.
Distinto el tiempo, la estación del año.
Distinta manera de andar
entre las mismas piedras,
sobre el mismo polvo y su color rojizo.
Venga a nosotros su condición de olvido,
su lenguaje terrestre...
Luz de oro viejo en el camino,
tristeza en la conciencia,
otras historias.

Del libro La dama de la torre (1972)

FORMA

Tu cuerpo es la noche
descendiendo hacia mí.
Voluntad de forma.
Estallido.
Puntos de luz ordenan tu perfil
en lo alto y lo bajo
en lo estrecho y lo amplio
en lo perdido
en lo olvidado
en lo que se recobra.
Y no hay nada ajeno a tu presencia.

Del libro Baniano (1985)

VISIÓN

Mar de plata viva
ciudad de oro
el rostro de piedra entre el follaje
en su trono se alcanza

pisadas en el aire
pies transparentes

de oscuros capullos desprenden
su vuelo de la seda
velos en fuga

Del libro Baniano (1985)

S H A K T I*

(Fragmento)
Traspaso las formas.
Libre estoy en el espacio
sin espacio.
En el espacio mismo me conviertes.

Voy
hacia todos los puntos
cuyos centros son uno
cuyo centro
yo misma soy.

Marco los confines,
pongo reglas al juego,
me divierto
me divido
me disuelvo.

Soy sólo emanación.
Soy vibración pura,
sonido que se condensa
y crea formas.
Soy la flecha del impulso,
el movimiento,
el soplo.
Soy la forma oval perfecta,
las sustancias que se nutren mutuamente
la pequeña espiral,
la más pequeña partícula
dictando la lectura de su propia forma,
escribiéndose ya,
por sí misma,
bajo el auspicio silencioso de este juego...

Del libro Baniano (1985)
* La energía universal

BANIANO

Aéreas,
nacidas en la altura,
las raíces descienden
hasta alcanzar la tierra.
Encuentran la fuente de su estirpe,
la raíz de sí mismas.
Se vuelven fundación
--columna y arco--
trazan sus laberintos,
cierras grutas,
engrosan bajo olores de pimienta
que acerca el mismo aire
que desprende las hojas,
tersura viva,
como las plantas de tus pies.

Pasos que se deslizan sin rozar el suelo.

Del libro Baniano (1985)

ORILLA

Secreto abierto en una flor,
fuente del día,
agua que corre entre las manos.

Sale a mi paso una serpiente,
visitadora,
serpiente de oro listada de reflejos.
Como el agua se desliza.

Fija la otra orilla
junto al agua que corre.

Y el silencio que cae sobre mi frente
te revela de pronto:
esa orilla como tu forma,
belleza intocada—

paisajes a punto de desaparecer.

Del libro Destiempo (1981)

CASUARINAS - VII

La noche frente al fuego.
Impredecible
como el salto de la llama.
Ser o dejar de ser,
disolverse
en el punto en que existir
es todavía una opción.

El fuego abre sus lenguas hacia la noche tersa.
Detrás del vuelo
mariposas se entregan a las llamas.
No así devora la noche
las huellas de tus pasos.

El fuego--
nutrirlo de memorias,
ofrendar
todo aquello en que hemos cifrado
nuestro estar aquí.
Testigo del juramento repetido,
de la oración inacabada.

Devora extensión y pensamiento.

Del libro Casuarinas (1992)

BACALAR

Para Patricia y Alberto Blanco

La laguna emerge de la noche.
Lugar donde se borra el suelo de la memoria,
donde se cortan las raíces--
y la flor exhala su perfume más puro
antes de marchitarse.

Lugar donde abundan los carrizos.
La flor de agua se abre en los esteros
cuando la toca el sol.
Los peces cavan galerías
o revuelven el fondo agitando crías pequeñísimas.
Moscos duermen sobre la superficie.

La bruma se levanta sobre el agua.
La tierra se resquebraja como un comal de barro.
Abajo los caminos de los hombres:
pasajes de hormigas.

Las nubes lo cubren todo como el sueño.
Pierdo sustancia,
transcurro sin forma entre cerros dormidos.

Como una inmensa ojera se abre la laguna,
y el ojo de agua sepultado
se sueña nube entre las mantarrayas.

Del libro Jaguar (1991)

PUERTO – III


La noche se desdobla
como araña que baja por un hilo.
Extiende ante nosotros su inmensa vía—
¿en manos de quién se configura?
¿por deseo de quién?
Tantos juegos la llenan.
Cámara de espejos,
lumbre en la estancia.
Luciérnagas entran por la ventana.
Tu torso,
como si pudieran mis manos traspasarlo.

PUERTO – v

La noche disuelve
toda imagen fraguada en sus confines.
Reverbera y se extingue contra el azul.
El día nos alcanza.
Algarabías,
fuente llena de palomas.
Sobre la orilla
secan al sol sus plumas pardas
y el tornasol del pecho
acidulado.
Del libro Jaguar (1991)

BOMARZO

(Fragmento)

Hebras como el núcleo de lo real,
partículas a la deriva,
sonidos puros
volcándose hacia la boca abierta—
garganta hendida del Caos
engendrando a la Noche y sus fibras luminosas,
su luz azul creciendo
hasta envolverme.

Se abría en lo alto
absorbiendo hacia ella
la urdimbre obsesiva.
Esa era ahora la estructura de lo real,
la única que podía representarse
el pensamiento.

También semejaba la abertura del cenote,
Ix-kékem--
raíces aromáticas traspasaban el techo
para bajar hasta el agua transparente
que perfumó la piel hasta el atardecer.
Nadaba en esa sombra exquisita
entre pequeños peces ciegos,
viendo el agua azul turquesa
y el sol que entraba cenital
hacer y deshacer sobre mi cuerpo
serpientes de oro y lapizlázuli.

Del libro Bomarzo (2009)

REFERENCIA

Elsa Cross, Poesía completa (1964-2012), México, Fondo de Cultura Económica, 2012

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